Todo cambia, nada permanece sin transformarse ...
Ya lo decía Heráclito en la antigüedad, en la gran sabiduría de un pasado donde volvemos la vista aunque sea un instante, sin tratar de permanecer anclados en una Autoridad que traspasa el tiempo y corta el aliento como una espada, y que damos mil vueltas al pensamiento actual para encontrar respuestas a los desafíos actuales, en los avances científicos que buscan el remedio a los interrogantes en ciencia, filosofía, medicina, en las creencias de un futuro mejor. La fuerza de la voluntad mueve montañas. Sin voluntad de crear no hay fuerza para materializar avances, y las respuestas están en el corazón en expansión como un reguero de pólvora.
Los Templarios conocían la alquimia de convertir el cobre en oro, -es una metáfora-, que sin el espíritu de servir a los demás, no podían luchar contra un mundo hostil. Necesitaron desarrollar el potencial espiritual para integrar un mundo lleno de oscuridad y apego a lo material: Superar la supervivencia. Fracasaron en su apariencia. Los Templarios amaban los desafíos para crecer y servir a los más débiles. El poder económico es energía, el dinero es energía, ellos lo sabían, y en la energía basaron su poder inmortal.
Hacemos un viaje mental en el tiempo y sabemos que hacia 1291 el Papa Inocencio II dictó una insólita bula papal por la que se les concedía a los Caballeros Templarios un poder ilimitado y se les otorgó poder divino mediante Ley, además del apoyo a la creación de un ejército autónomo independiente de cualquier influencia de reyes codiciosos.
Fueron los Templarios predecesores de la banca moderna, concediendo créditos a todos aquellos que protegían, como la necesidad de gestionar los recursos enviados de Europa a Palestina para sustentar las cruzadas (la guerra contra los musulmanes, la Guerra Santa), y facilitó que la Orden de "Los Caballeros Templarios" desarrollase un eficiente sistema bancario, en el que confiaban también la nobleza y la realeza de toda Europa. La exención de pagar impuestos y diezmos en cualquier Estado del mundo, ayudó a que la Órden acumulase una considerable riqueza, nunca para intereses privados, sí colectivos. Su privilegiada situación estratégica también les permitió comerciar con Oriente, llegando incluso a disponer de su propia flota de barcos que les permitía transportar sus bienes y sus tropas a Tierra Santa.
Su influencia en la actualidad es incuestionable como los primeros intermediarios financieros en préstamos de la banca de la época, hacia el bien común. Un legado que quedó en el recuerdo y que rescatamos en la actualidad, donde la sociedad empieza poco a poco a valorar más el beneficio colectivo que el individual.
Después de viajar brevemente en el tiempo volvemos al proyecto de "Templars Xtrem Trail", lleno de fuerza e integridad, de lucha por encontrar a través de la superación individual la respuesta a los desafíos físicos. Nada es imposible bajo los cielos si nos atrevemos a escalar las más altas montañas. La Ruta de los Templarios es un desafío espiritual de gran fuerza simbólica que crea ilusión y esperanza, en manos de un gran guerrero como es Carles Aguilar, y que se contagia positivamente. Sólo hay que creer para actuar, para que se manifieste la voluntad de descubrir nuevos horizontes mediante la investigación sin descanso que logre encontrar el remedio para sanar enfermedades. Proyectos sociales tan interesantes como esperanzadores, como el de Sanfilipo para el desarrollo de terapias génicas para el tratamiento de enfermedades infantiles como las Mucopolisacaridosis (MPS), entre ellas el Síndrome de Hunter, Sanfiliippo de tipo A. Es una enfermedad multisistémica que afecta fundamentamente al sistema nervioso gravemente, sobretodo al funcionamiento básico de los órganos del aparato respiratorio, sistema óseo, intestino, hígado y bazo, acortando la esperanza de vida de los niños afectados. Se preveé para finales de 2017 un primer avance significativo en el proceso de fabricación de la terapia génica para Sanfilippo A. Con la fuerza espiritual en marcha, pronto se encontrará la solución.
Creer es poder, y todos juntos lo conseguiremos.