Nuevos conceptos en psicología deportiva: mente y cuerpo por Sabrina Caamaño en Templars Xtrem Trail
Te has planteado alguna vez hasta qué punto el cerebro y el cuerpo interactúan con el deporte? sabes que el aspecto mental está influyendo en el rendimiento pero no acabas de entender cómo, ni por qué? tienes la sensación de que te falta ese conocimiento para acabar de rendir al máximo? Es entonces cuando un psicólogo deportivo te puede ser de gran ayuda, a veces no tan sólo para ayudarte a redirigir una situación, sino para enseñarte a percibirte a ti mismo como un todo en continua interrelación.
La psicología clínica y la deportiva a menudo confluyen en nuestras consultas y acabamos haciendo intervenciones mixtas. Esto se debe a que cuando una persona se siente en una situación de conflicto, ansiedad y malestar, los síntomas se acaban manifestando en los diferentes ámbitos de la vida, uno de ellos, el cuerpo y como actividad asociada a él, en el deporte.
La idea que tenemos que tener presente, para poder dominar estos aspectos mientras hacemos una actividad física, es la de poder captar y almacenar lo que está ocurriendo en nuestra cabeza, es decir, hacer conscientes las sensaciones, pensamientos, percepciones y cambios que vamos experimentando durante todo el entrenamiento, al igual que estamos pendientes de los aspectos físicos como la frecuencia cardíaca, la temperatura, la respiración la hidratación, etc.
Es importante tener en cuenta que como ya se había demostrado en estudios anteriores, un pensamiento negativo actúa directamente sobre nuestras emociones y éstas, sobre nuestro físico, desequilibrando las variables físicas que tenemos que controlar ( por ejemplo: la ansiedad nos sube la frecuencia cardíaca, el tono muscular, el nivel de sudoración-deshidratación).
Si podemos controlar estos pensamientos, estaremos manteniendo a raya también el cuerpo de manera que cuánto más control tenemos, más optimizamos los recursos de los que disponemos y más aumentamos nuestro rendimiento y resultado final.
Pero, y qué ocurre al revés? Podemos aumentar nuestro rendimiento mental gracias al deporte, es decir puede nuestro cuerpo modificar el cerebro?
Este es uno de los últimos hallazgos en el ámbito del deporte. Un estudio de la Universidad de Nueva York, ha demostrado que, La actividad física influye en la manera en qué pensamos y sentimos afectando al aprendizaje, al estado de ánimo, a la atención, a la ansiedad, al estrés y a la capacidad de inmunizarnos contra algunas enfermedades.
Se estudiaron los cambios cerebrales que se producen con el deporte frente a una vida sedentaria. Y se constató que el cerebro aumenta su capacidad de neurogénesis ( de crear nuevas conexiones) aumentando así capacidades como la concentración, la memoria y la velocidad de respuesta a parte de otras como el estado de ánimo que se habían constatado en estudios anteriores.
Los estudios han mostrado hasta ahora que obtenemos beneficios siempre que llevemos a cabo una actividad física de forma constante, es decir, practicándola unas tres veces por semana y con una duración mínima de treinta minutos. Se ha podido observar también que cuando dejamos de practicar dicha actividad los beneficios, o al menos algunos, desaparecen, por lo que es importante instaurar el deporte como un hábito en nuestra rutina diaria. Concluyendo el estudio, se estableció que las persones que realizan ejercicio físico, viven una media de 3 años más, que los que tienen una vida sedentaria y gozando de los siguientes beneficios:
Reducción de los síntomas de depresión y ansiedad
Aumento del umbral del dolor
Mejora de la función cognitiva y sensorial del cerebro.
Menor degeneración neuronal, prevención enfermedades neurodegenerativas como el Alzhéimer.
Cada vez más, investigaciones como ésta tratan de descifrar hasta qué punto cuerpo y mente están interactuando, ya que como hemos visto, aunque ya percibíamos las áreas de influencia, parece que la dependencia entre ambas es mucho mayor, es por eso que si queremos optimizar nuestros recursos y mantener un buen nivel de salud, es imprescindible un cuidado de las dos partes, cuerpo y mente.
Sabrina Caamaño
Psicóloga
Núm.Col. 17.445
