top of page
MI DEFINICIÓN DE ENTRENAMIENTO MOTIVACIONAL

 

De un tiempo a esta parte se habla mucho del ”Coaching”. Una palabra que puede tener diferentes acepciones pero la que a nosotros nos interesa es la que permite a las personas prepararse, entrenarse para conseguir alcanzar objetivos asequibles a sus capacidades facilitando el desarrollo de sus habilidades y realizando cambios en su mentalidad, metodología y acción. 

 

De esta forma se ayuda a las personas en distintos ámbitos para avanzar en los objetivos previstos tanto metas personales como profesionales, trabajando en aquellos aspectos que son imprescindibles para el desarrollo y consecución de las expectativas esperadas.

 

En base a experiencias vividas y utilizando herramientas de comunicación se transmiten una serie de mensajes que son la base para entender que para superar los errores cometidos y asumir la creación de nuevos objetivos hemos de aprender a interpretar las señales que nos envía nuestra propia mente.

 

No estamos hablando de ningún tipo de psicoterapia ni tampoco de una clase magistral. Se trata de establecer una comunicación directa con las personas interesadas en base a experiencias vividas y transmitir valores basados en la complicidad y la superación personal.

 

Una parte fundamental que hemos de tener siempre presente es la posibilidad de que todos podemos ser mejores en las distintas áreas de nuestra vida. Para ello hemos de asumir dónde estamos ahora, qué es aquello que nos preocupa y nos impide progresar y conocer las bases en las que asentar las directrices que nos permitirán afrontar el camino hacia el punto dónde queremos situarnos.

GÉNESIS DE LA MOTIVACIÓN
 

Es importante que, en esta serie de acciones, se cuente con la propia iniciativa de las personas interesadas para abrir nuevos horizontes en su vida e iniciar el progreso personal que va a llevarles a ser más eficientes en todos los ámbitos de la existencia.

 

Este tipo de conferencias se orientan a regenerar los conceptos erróneos o iniciativas mal definidas para canalizar toda la energía y fuerza mental hacia la seguridad de que con una correcta dosis de esfuerzo y planificación, la motivación puede ser un instrumento definitivo en nuestra vida personal y profesional para superar las dificultades a las que debemos enfrentarnos.

RESULTADOS ESPERADOS
 

Es fundamental conocerse a sí mismo, intentar desoír esas voces que frecuentemente laten en nuestro interior y que nos hablan en sentido negativo; vivir nuestra vida con actitudes que generen confianza en nosotros mismos y hacia los demás; vivir en tiempo presente y potenciar nuestra autoestima, establecer una correcta gestión del tiempo e intentar buscar un equilibrio entre las diferentes actividades cotidianas; ser capaces de establecer una buena comunicación con quienes compartimos nuestra vida a diferentes niveles (Personal, social, deportivo, económico, etc.)

 

Por tanto, es importante sentar una base que nos permita iniciar ese proceso de cambio en nuestra actitud ante los retos cotidianos que se presentan. Conseguir buenos resultados es un objetivo que está a nuestro alcance y una buena experiencia motivacional consiste en aplicar en nuestra vida personal y profesional lo aprendido en retos deportivos de extrema dureza. La consecución de éxitos que, sobre el papel, parecen casi inhumanos, casi imposibles de conseguir, dependen no tan sólo de nuestra preparación física sino también y, especialmente, de un adecuado entrenamiento mental.

 

Las experiencias en el ámbito deportivo pueden trasladarse a nuestro ámbito personal y profesional y convertirse en un elemento útil y a veces imprescindible en nuestro aprendizaje. Por muy bien preparados que estemos físicamente si nuestra capacidad mental no ha sido optimizada será muy difícil conseguir buenos resultados.

 

Este aspecto es un punto de apoyo que nos permite plantear con perspectivas de continuidad las decisiones que más nos convienen y aplicarlas también en cualquier plano de nuestra vida.

 

TÉCNICAS
 

Básicamente, hemos de aprender a relajarnos y a visualizar todo aquello a lo que necesitamos responder de forma positiva. Todos tenemos nuestros límites y ese no es el problema. Se trata de que nuestra mente aprenda a gestionarlos con eficacia y sentido común.

 

Si conseguimos que nuestra mente realice el aprendizaje de forma correcta obtendremos una fuerza mental que será un factor determinante en el desarrollo de nuestra vida. Si la capacidad mental que hemos conseguido está de nuestra parte seremos capaces de superarnos a nosotros mismos.

 

No olvidemos que la mente, en realidad, controla todo nuestro organismo pero habitualmente lo hace sin presión alguna, de forma cotidiana y casi automática. Pero no está habituada para actuar en situaciones extremas, cuando se requiere una capacidad de respuesta y de gestión para la que no está entrenada.

 

La mente debe convertirse en nuestro mejor aliado porque si juega en contra de nuestros intereses tenemos prácticamente la batalla perdida.

 

LA FUERZA MENTAL, UNA GRAN OLVIDADA
 

En la actividad deportiva existen muchos factores que son potencialmente determinantes: el aspecto físico, técnico y táctico, la influencia del entorno y el factor psicológico. En innumerables actividades deportivas hemos oído que se ha conseguido una victoria importante gracias a la fortaleza mental de tal o cual deportista, o que determinado deporte requiere de un gran porcentaje de fuerza mental, o que un deportista en concreto ha soportado una presión extraordinaria para conseguir la victoria, etc.

 

En resumen, el aspecto psicológico está presente en las actividades deportivas; y además, de manera importante pero también tiene una aplicación evidente en nuestra vida cotidiana y profesional.

 

Hemos de dedicar tiempo a nuestro entrenamiento mental. Y no es algo especialmente complicado. Se trata de aplicar ciertas habilidades y métodos de forma sistemática que nos van a ayudar a mejorar y canalizar nuestro potencial de forma correcta. Pero no hemos de caer en el error que el resultado se va a obtener de forma inmediata. Se requiere un pequeño período de adaptación para integrarlas como una parte fundamental de nuestra vida cotidiana pero una vez alcanzado este nivel nuestra actitud mental queda incorporada de forma automática a nuestras rutinas y podemos obtener grandes resultados tanto si somos deportistas como si no lo somos.

 

bottom of page